Sesión triple por Navarra by Luis España

Ya no sé como exprimir más un fin de semana para la BTT. 3 rutas, 3 por Navarra para darle alegría al cuerpo.

La primera de viernes, por el monte San Cristóbal, el “Naranco” local. Recibe el nombre de una fortaleza imponente que se encuentra en la cima. Mucho senderito, mucho pinar y mucha trialera. También imponentes son las vistas de Pamplona al bajar cresteando.

La segunda de sábado, desde el Alto de Artesiana hasta Zubiri, por la zona conocida como Quintorreal. A pesar de salir del alto, nos esperaba una dura subida, primero por bosques de hayas, luego por lomas despejadas y por último alguna piedrecita para alcanzar el monte Zuriain, estos chavales no se andan con mariconadas.
Pronto hubo que dejarse bajar por un senderito que alternaba cresta con bosque, con grandes vistas de la zona, que más tarde se convertía en una bonita pista entre hayas.
Después, continuos repechos y bajaditas trialeras por los bosques llevaron a este grupo de navarros, maños, bilbaínos, murcianos y asturcones al primer paso por Zubiri, ya que aquí había que coger el Camino de Santiago para ganar altura y poder gozar de nuevos senderos trialeros , que tanto les gustan a estos pamplonicas. Una ruta realmente dura, de las que no se olvidan fácilmente, de la que hubo que recuperarse con la sidra de Gómez, que pacientemente esperó toda la jornada enfriándose en el río.

La tercera de domingo, desde Auza al alto de Zoratxipi y vuelta. Aunque la ruta empezaba con suaves pistas, pronto nos adentraríamos en el bosque y el tema cambiaría radicalmente. La recompensa llegaría más adelante, con estas impresionantes hayas saliendo de entre las rocas calizas cubiertas de musgo. Ya para llegar al alto hubo que emplearse a fondo, tanto por la pendiente como por la lluvia, que de manera intermitente nos acompañó durante el resto de la jornada.
Ya éramos pocos los que aguantamos tres días de intenso BTT, pero tras la dura subida llegó la recompensa de la bajada, por un divertido senderito (foto 17) que se internaba en un profundo bosque.
Después de una reparadora comida, remontaríamos una suave pista para finalizar la ruta bajando, ya con algo de barro y agua haciéndonos compañía y trayéndonos recuerdos de otras latitudes.

Pues nada compañeros, creo que ya he expuesto suficientes motivos para pasar un fin de semana en Navarra. Si todo va bien, a finales de Octubre tendréis una ruta por estas tierras en el calendario del club.