Las Merindades, by Luis España

"Comenzaba el puente por las Merindades junto al puerto del Escudo, con día frío y lluvioso y dos equipos claramente definidos: el equipo de los Jaboneros (en lo sucesivo Equipo A) y el equipo de los Globeros (en lo sucesivo Equipo B).
Tras un inicio tranquilo y capeando el temporal, el Equipo A lanzó el ataque y pronto comenzó a tomar ventaja. Tras un buen rato de rodar por viejas pistas, entramos en un estrecho cañón, por un senderito rápido y divertido que nos dejaba a las puertas de Puentedey, un pueblecito encaramado sobre una imponente formación geológica .
Los kilómetros se iban acumulando en la larga etapa, pero todavía hubo tiempo de disfrutar de algún sendero trialero hasta llegar a Torme.

Por la noche, tras una abundante cena, hubo que salir a conocer Medina de Pomar, o más bien a reconocer, ya que Chaves y el abuelo estuvieron en su día por la zona haciendo alguna ruta. Y ello quedó refrendado cuando el camarero de un bar de copas recordó la presencia de ambos..... ¡¡2 años atrás!! Que armarían para que se acordaran de ellos.

El domingo amaneció soleado y con un GR1 que se suavizaba respecto al día anterior, por lo que ambos Equipos permanecieron juntos largo rato. Fue cuando el terreno se puso bravo cuando el Equipo A lanzó el ataque.
El día se torció cuando llegamos a un pueblo en el que el único bar se encontraba incrustado en la Iglesia ; el abuelo, viendo el panorama, se acercó diciendo a los parroquianos “Por fin le habéis encontrado una utilidad a la Iglesia” (Luego nos extrañamos que le recuerden en los sitios a los que va). Así pues, hora y media después de llegar al pueblo y revolucionarlo (hasta que el abuelo no consiguió que una señora le hiciera café en su casa no paró), el Equipo B confluyó en el Bar.
Costó salir de allí, pero seguimos camino por un bonito bosque de pinos, donde conocimos a unos entrañables habitantes con los que hicimos amistad.
Tras una serie de abandonos en el Equipo A, por la dureza del ritmo de ambos días y la subida hasta la provincia de Álava, confluimos de nuevo en la Ermita de San Pantaleón, donde acababa nuestra relación con el GR1.

El lunes arrancábamos desde San Pantaleón, pero esta vez para coger el GR85. Los restos de ambos equipos formamos lo que podríamos denominar el Equipo de los Arrastraos (en lo sucesivo Equipo C).
La primera parte de la ruta, junto al Parque Natural, era realmente impresionante. Viejas pistas por las que los pescadores vascos traían el pescado hacia la meseta, recorriendo densos bosques de pinos.
Tras el descenso al valle, la ruta retomó las pistas y los campos de cereal, hasta terminar en el precioso pueblo medieval de Frías.

Luis España"

Muchas gracias Luis!!!
Aprovecho la ocasión para dejaros en enlace al artículo de Victor Guerra en el diario La Nueva España.